lunes, 23 de mayo de 2011

LOGROS E INDICADORES DE LOGRO DE AJEDREZ


Barranca, 16 de febrero/2008
Querida hija: Ahí le mando tres textos de ajedrez. Espero que los cuide y los aproveche al máximo. Los dos de Kinesis contienen una guía del docente con seis temas en forma de proyectos, si usted quiere, uno para cada grado o, si lo prefiere, cada proyecto lo puede repetir en diferentes grados, con las actividades y la secuencia a realizar en las clases; el otro, el del profesor, es el de apoyo y contiene la conceptualización y los fundamentos teóricos de cada tema o proyecto.
El texto de LIBSA, como podrá notar, es mucho más amplio en cuanto al tratamiento del tema de ajedrez, contiene los principios, las características y las estrategias generales del “juego ciencia”, incorporadas a través de la historia.  Este texto, considero que lo puede utilizar como libro de consulta para fundamentar más  las clases en la parte teórica y adquirir más seguridad y manejo de los temas en la parte personal.
LOGROS E INDICADORES DE LOGRO PARA CADA PROYECTO

PROYECTO 1
LOGRO: Conocer el origen y los principales hechos de la historia mundial del ajedrez.
INDICADORES:
- En un mapa ubico el país  originario del ajedrez e identifico los nombres de los principales maestros del “juego ciencia”.
- Valoro la importancia del ajedrez  para el desarrollo de mi personalidad.
- Participo con entusiasmo en las actividades organizadas por mi profesora de ajedrez.

PROYECTO 2
LOGRO: Distinguir las características de las fichas,   sus movimientos y algunas de las principales estrategias de juego.
INDICADORES:
- Delante de un tablero distingo las características  de cada una de fichas y  sus movimientos  e importancia en el desarrollo de una partida de ajedrez.
- Analizo el valor y la relación de las fichas en el desarrollo de una partida de ajedrez.
- Sigo con especial interés  las indicaciones de mi profesora.

PROYECTO 3
LOGRO: Comprender y manejar el código utilizado para la escritura y lectura del ajedrez.
INDICADORES:
- Memorizo  y aplico la nomenclatura algebraica para la comprensión y desarrollo de partidas de ajedrez.
- Interpreto racionalmente la lógica interna de la notación algebraica para la correcta interpretación del juego del ajedrez.
- Le colaboro  a mi profesora para que las clases sean cada vez más agradables.

PROYECTO 4
LOGRO: Valorar la importancia  de una buena apertura en el desarrollo de una partida de ajedrez.
INDICADORES:
-  Estudio, memorizo y aplico las principales tipos de apertura desarrollados en la historia del ajedrez.
- Destaco positivamente la importancia del momento de la apertura en el desarrollo de una partida.
- Ayudo a que mis compañeros tengan un buen comportamiento en el salón de clase.

PROYECTO 5
LOGRO: Conocer el reglamento establecido por la FIDE  y destacar la importancia del manejo del  tiempo en el juego de ajedrez. 
INDICADORES
- Distingo,  memorizo y aplico las principales reglas del juego de ajedrez.
- Asumo una actitud de respeto frente a las reglas del ajedrez.
- Me comporto de forma cordial y caballerosa al jugar  ajedrez.

PROYECTO 6
LOGRO: Desarrollar ejercicios de prueba para aprender  distintas estrategias del juego de ajedrez.
INDICADORES
- Realizo diferentes tipos de ejercicios de manejo de estrategias hasta obtener suficiente aptitud en el juego del ajedrez.
- Valoro la necesidad de realizar ejercicios para adquirir mayor destreza de juego.
- Utilizo adecuadamente todos los implementos del juego de ajedrez y colaboro para que estos se mantengan en buen estado.

Querida Anadú: Como puede observar los logros son los resultados, metas u objetivos que usted desea alcanzar con los estudiantes al término de cada uno de los seis proyectos. Cada proyecto, usted lo puede desarrollar durante el tiempo que considere conveniente de acuerdo al nivel de juego que tengan los estudiantes, eso sí manteniendo la división de cuatro periodos al año. Los logros  siempre van encabezados con un verbo en infinitivo (conocer, desarrollar, comprender, etc.).

Por el contrario, los indicadores son las señales, los comportamientos o evidencias que le permiten a usted comprobar si los aprendizajes que usted mediatiza los están adquiriendo los estudiantes y, por consiguiente, le permiten  realizar la evaluación del aprendizaje. Los indicadores deben ir formulados con un verbo en presente (realizo, distingo, identifico, etc.).
Los indicadores de cada uno de los seis logros  que le acabo de formular son de tres clases: los primeros son cognoscitivos, es decir, tienen que ver con la construcción de los conocimientos y saberes acerca del ajedrez que usted pretende que adquieran los estudiantes; los segundos son actitudinales, es decir, corresponden con las actitudes, sentimientos,  intereses y valores que asumen los estudiantes frente al aprendizaje del ajedrez; y, los terceros son comportamentales, es decir, concretan las conductas y comportamientos dentro del contexto de las clases.
De esta manera, al tener en cuenta estos tres tipos de indicadores, usted podrá realizar una verdadera evaluación integral de sus estudiantes en el contexto de las clases de ajedrez.

REFLEXIONES EN TORNO A LA FORMACIÓN DE LA RESPONSABILIDAD


BUENAS NOCHES: Coordinadores encargados, profesores y profesoras, padres de familia, jóvenes graduandos,  invitados especiales, amigos y amigas.

Sin perjuicio de todos los abrazos y voces de felicitaciones que reciban  esta noche  los estudiantes que van a recibir el título de bachilleres, quiero compartir con todos ustedes unas reflexiones en torno de un tema del que muy  poco se habla  en una reunión como esta. Se trata del tema de la responsabilidad, de cómo se forma la responsabilidad y en qué escenarios se manifiesta la responsabilidad en la vida de una persona.
Genéricamente, responsabilidad es la capacidad de respuesta que tiene una persona frente a las diversas situaciones que lo comprometen integralmente como ser humano durante el transcurso de su vida histórica. En este sentido,    la responsabilidad va acompañada de la libertad y de la voluntad, es decir, sólo se es responsable cuando libre y voluntariamente se afronta una situación  o se ha aceptado un compromiso.
La responsabilidad no aparece de repente, es decir, una persona no se vuelve responsable de un momento a otro, “como por arte de magia”, la responsabilidad se comienza a manifestar a lo largo de todo un proceso que parece que comienza desde el vientre materno con el ambiente de alegría, esperanza y  aceptación de la madre durante el periodo de gestación. Luego, durante los primeros días, meses y años,  los recién nacidos son regidos, por así decirlo, de una manera compulsiva por los instintos de conservación y defensa hasta que, poco a poco, con la aparición del lenguaje,   la atención,  el cuidado y el ejemplo  de la madre,  el bebé comienza a tomar posesión de su propio ser y comienza a aparecer de manera consciente la libertad y la voluntad que lo irán a acompañar por el resto de su vida.
En estos primeros años son  definitivos para el infante  el acompañamiento y la asistencia de los padres (el padre y la madre biológicos)  --y cuando digo definitivos es porque su ausencia produce serios trastornos posteriores--,  porque cuando el infante  comienza a ser consciente y a tomar posesión de su propio ser, entran en juego también las normas, las prohibiciones y los códigos  que tienen los grupos sociales, que son elementos culturales que ha acumulado la humanidad a través del tiempo, para decirle al infante hasta dónde van los límites de su libertad y  de su acción.
En cierta forma, durante esta etapa se produce un conflicto interno en el infante entre lo que quiere y lo que le es permitido hacer. Naturalmente, que el infante todavía no es plenamente consciente de que  muchas veces lo que desea no es posible. Es cuando el infante llora o se tira al suelo delante de sus padres  para lograr lo que quiere, y es   aquí, cuando es definitiva la asistencia de los padres para comenzar a hacerle ver a su hijo que existen normas personales y  sociales que ponen limitaciones a los deseos humanos y que son, en definitiva,   las que permiten la convivencia entre los seres humanos.
Luego,  vienen las etapas del hogar comunitario, el preescolar, la transición y la escuela. En todos estos escenarios, de manera gradual, los niños y las niñas van comprendiendo y asimilando no solamente los aprendizajes propios de la instrucción escolar que les van a permitir conocer el funcionamiento del mundo, sino lo que es más importante, que en la medida en que desarrollan estos aprendizajes van comprendiendo que en esa misma medida deben tener capacidad de respuesta, es decir, que deben ser responsables de los resultados de estas actividades. Resumiendo, los niños y las niñas, se comienzan a dar cuenta que eso que están haciendo es importante para ellos y que por eso  vale la pena  hacerlo.
A continuación de la escuela viene la etapa colegial. Son seis años en que la responsabilidad de los educandos se continúa  fortaleciendo mediante el desarrollo de las actividades de estudio, de las tareas y de los  juegos, orientados por los docentes y apoyados desde el hogar por sus padres. En esta etapa ya se le exige más al joven, tiene que ser así, no puede ser de otra manera,  puesto que cuando termina,  el educando tiene que comenzar a definir su futuro como adulto; las normas sociales  que nos rigen lo disponen así, es así porque esto ayuda a  formar la responsabilidad personal del joven, esto es algo que está   probado por todas las generaciones que nos han precedido y por muchos de los que nos encontramos aquí, esta noche.
Todo esto lo digo con mucha sinceridad,  sin sentimentalismos de ninguna clase, con la entereza  del  padre de familia que soy,  pero también,  con la responsabilidad del directivo docente que lamenta  que seis de los estudiantes de undécimo grado no se hallen presentes en esta ceremonia. Con mucha franqueza,  tenemos que reconocer  que algo ha fallado en el desarrollo de los  procesos de formación de la responsabilidad de estos jóvenes. Nos queda la duda si las inconsistencias o fallas se produjeron al inicio, al final o durante el transcurso de este largo proceso. Nos queda sí la tranquilidad de  que desde el inicio de este año y durante todo  el transcurso del mismo advertimos de múltiples formas a estos jóvenes y a sus padres  que no se descuidaran y de que estuvieran atentos a cumplir con los requisitos y exigencias del último año de estudios.
A modo de aclaración, me permito señalar que estos seis estudiantes de grado once no perdieron el año, sino que por razones de incumplimiento de requisitos quedaron pendientes de nivelaciones para el mes de enero del 2010, cuando deberán presentarse al colegio  por última vez a recuperar y,  luego, fuere cual fuere el resultado se le entregará el diploma con su acta de grado correspondiente.
 Del mismo modo,   esperamos  que este traspiés  nos sirva a todos de lección: a los seis estudiantes en cuestión, a   sus padres de familia, a los docentes, a  nosotros los directivos y a los estudiantes de décimo grado y demás cursos inferiores,  para tomar conciencia de la necesidad de  monitorear y retroalimentar de manera permanente estos  procesos de formación personal   para que una situación tan desagradable  como esta no se vuelva a repetir en el futuro.
Pero, aquí no termina todo, particularmente para ustedes graduandos el proceso de formación de la responsabilidad continúa, desde luego que  en otros escenarios diferentes del colegio que los acogió y los vio crecer y que hoy los entrega a la comunidad de San Rafael.
De ahora en adelante,  ustedes se tendrán que  probar  a sí mismos en un mundo   cada vez más selectivo y  competitivo donde, por lo general, “el que más vale es el que más tiene”, y es ahí donde ustedes tendrán que echar mano de la responsabilidad  y demás aspectos de la formación humana que aprendieron en  el colegio y tendrán que  demostrarle con hechos  a sus  familias, a la comunidad del colegio  y a la sociedad de San Rafael de que están en capacidad de responder por sus propios  actos y por las consecuencias positivas o negativas  que de estos mismos actos  se desprendan sin inculpar a terceros de ninguna clase.  MUCHAS GRACIAS.
San Rafael, 05 de diciembre de 2009.

LOS PROCESOS MENTALES


De manera sencilla, los procesos u operaciones mentales son toda aquella secuencia de acciones interdependientes  que ocurren  en la mente de los seres humanos  cuando de manera consciente o inconsciente  afrontan  la realidad para resolver las situaciones que se le presentan dentro del entorno en que viven.  Algunos de los principales procesos mentales del aprendizaje  son la conceptualización, la comprensión, el análisis, la síntesis, la generalización, el juicio y el raciocinio.
1. CONCEPTUALIZACIÓN: Consiste en la capacidad para construir una idea o concepto sobre un objeto percibido por los sentidos, imaginado o recordado. El concepto es la forma mental inicial mediante la cual se percibe lo que captan los sentidos, la imaginación o el recuerdo.
La conceptualización se lleva a cabo mediante tres etapas:
a. Sensorial: Los sentidos captan el objeto de aprendizaje, lo oyen, ven, tocan, huelen, etc. Se produce la sensación.
b. Simbolización: mediante un código (lenguaje) se le da forma mental a la sensación. Se produce la percepción.
c. Reacción afectiva: A partir de la simbolización se siente una primera reacción afectiva de agrado, desagrado o indiferencia.

El concepto es el material o insumo para que la inteligencia pueda construir el conocimiento, a través de los demás procesos intelectuales, sicomotores, afectivos y volitivos.

Un ejemplo de conceptualización se puede dar si nos imaginamos  un jardín donde se hallan flores de distintas especies. Si observamos detenidamente las flores, notaremos que son diferentes por su forma, color y tamaño de las demás partes de la planta y  mediante asociación y evocación, les asignamos el nombre de “flor”. Para poder llamarla así debimos tener en la mente tal noción o preconcepto; de lo contrario, no hubiéramos podido darle tal nombre y discriminarla de las demás partes de la planta.

Aunque el concepto se expresa mediante el lenguaje, es diferente a él. Por ejemplo,  el concepto flor puede expresarse también  como flower, fleur, fiore, etc., de acuerdo con el idioma en que se exprese, sin modificar la naturaleza del concepto.

El concepto se genera en el proceso de percepción y según Piaget, se va perfeccionando mediante el desarrollo cognoscitivo en  estructuras conceptuales cada vez más elaboradas, abstractas y universales. 

2. COMPRENSIÓN: la comprensión consiste en la traducción, interpretación y extrapolación del objeto de aprendizaje. La comprensión se produce en tres niveles:

a. Traducción: consiste en traducir los términos o palabras que constituyen el objeto de estudio.
b. Interpretación: Es la identificación del mensaje o significado del tema u objeto de estudio.
c. Extrapolación: Es la transferencia del mensaje a otras situaciones para sustentar su validez.

En el ejemplo del jardín la comprensión del tema de la flor se realiza mediante la traducción de cada uno de los términos como cáliz, corola, pétalos, ovario, pistilo y  demás palabras con las cuales se designan todos los elementos que componen la flor.

La interpretación se realiza mediante la identificación o descubrimiento del significado global o sentido de todo el tema correspondiente a la flor.

Para que se produzca la extrapolación se requiere observar si es aplicable a las demás flores del jardín el mensaje descubierto o identificado en la flor estudiada.

3. ANÁLISIS: Básicamente,  consiste en la  descomposición del objeto de aprendizaje. El análisis comprende las siguientes etapas:
a. Ubicación espacio-temporal del objeto de aprendizaje.
b. Identificación de componentes.
c. Comparación de componentes con respecto a ubicación, estructura, forma y función.
d. Clasificación de componentes de acuerdo con su función.
e. Jerarquización de los componentes del tema de aprendizaje.
f. Las etapas b, c, d y e se aplican también al objeto de aprendizaje tomado globalmente, en relación con los demás objetos de su especie.

El proceso de análisis se produce cuando se identifican:
a.  Las causas a partir de los efectos.
b. las variables o causas del problema.
c. Los elementos constitutivos de un objeto.
d. Lo simple como elemento de un compuesto.
e. Las fases o etapas a partir del proceso.
 f. Los principios y fines a partir de la naturaleza del objeto.

En el ejemplo de la flor, el análisis se efectúa descomponiendo la flor en sus partes. Cada uno de estos elementos se estudia en su tamaño, forma, color, ubicación, función, etc. De tal manera que cada componente pueda ser identificado, clasificado y jerarquizado de acuerdo con su función dentro de la flor. El análisis exige además que la flor se identifique, clasifique y jerarquice frente a las demás flores.
4. SÍNTESIS: La síntesis es el resultado o producto de la confrontación entre tesis y antítesis. En relación con el aprendizaje, la tesis viene  a ser el tema u objeto de aprendizaje y la antítesis, el conocimiento ya construido sobre el mismo tema (preconceptos) por el estudiante.
La síntesis,  es también la estructura intelectual del tema de aprendizaje y se genera con base en los procesos de conceptualización, comprensión y análisis.
La capacidad de síntesis se posee cuando se es capaz de construir:a.  Hipótesis o alternativas de solución a problemas que la exijan.b. Elaborar ensayos sobre un tema determinado, con base en  la síntesis.c. Formular definiciones, principios y  leyes a partir del análisis de los componentes y operaciones de un tema de estudio.
En relación con el tema de la flor, la síntesis es el resultado de su conceptualización, comprensión y análisis y puede ser una definición como la siguiente: “La flor es un órgano de la planta compuesto básicamente por cáliz, corola, estambres, polen, pistilos, ovarios…cuya función es reproducir la planta”.
Toda síntesis debe caracterizarse por ser diferente al concepto y a la comprensión, de tal manera, que constituya una estructura integrada al menos por tres elementos que respondan a las siguientes preguntas: ¿Qué es? (concepto), ¿De qué elementos consta? (análisis) y ¿Qué función desempeña?
Otra característica de la síntesis consiste en que no es la repetición del concepto o definición oída del profesor o leída en un libro, sino el resultado de los procesos intelectuales desarrollados por el mismo estudiante, mediante su producción consciente y racional.
5. LA GENERALIZACIÓN: Consiste en transferir y aplicar en otras situaciones la síntesis elaborada, de manera que sea posible constatar, ampliar y enriquecer el conocimiento construido.
La generalización implica abstraer lo que es común a varias cosas, extender o ampliar la cobertura significativa de una proposición o verdad.
Si la generalización omite los procesos previos de conceptualización, comprensión, análisis y síntesis, corre el peligro de convertirse en juicio “a priori” o utopía.
En el ejemplo de la flor que se viene utilizando, la generalización consiste en confrontar la definición construida en el proceso de síntesis con una muestra de diferentes flores para constatar su validez y, si es posible, profundizar o construir nuevos conocimientos.
6. EL JUICIO: Es un proceso mediante el cual se afirma una relación entre dos proposiciones.
En todo juicio intervienen como mínimo dos elementos: Dos proposiciones y una afirmación.
Los juicios pueden clasificarse en analíticos y sintéticos. Los analíticos son aquellos en los que el predicado o afirmación pertenece, o son propios, a la naturaleza del sujeto. Ejemplos: Dios es bondad, la materia es extensa. Los sintéticos se caracterizan porque la relación entre sujeto y afirmación no es propiedad natural o sustancial. Por tal motivo, se llaman también juicios experimentales o a posteriori. Ejemplos: La tierra es esférica, Colón descubrió a América.
Todo juicio se construye por la descomposición de una totalidad en sus elementos (análisis) y por la reconstrucción en nuevas totalidades (síntesis).
La capacidad para emitir juicios válidos,  de un estudiante, depende de la capacidad de análisis y síntesis.
La validez de un juicio exige afirmar la relación entre dos proposiciones.
Toda afirmación de un juicio puede darse en uno de los tres grados siguientes:
a.  Certeza: Cuando la razón se adhiere a la evidencia de la verdad sin temor a equivocarse. La certeza puede ser mediata e inmediata, según requiera o no de demostración.
b.  Duda: Cuando la adhesión queda en suspenso entre dos juicios.
c.  Opinión: Cuando hay adhesión a un juicio, sin rechazar el contrario.

7. EL RACIOCINIO: Consiste en jerarquizar varios juicios o construir nuevos conocimientos a partir de la comparación de dos o más juicios.
El proceso intelectual del raciocinio puede seguir los métodos inductivo, deductivo y analógico:
a. La inducción se relaciona  con la síntesis y se fundamenta en el principio según el cual “las mismas causas producen los mismos efectos”. Por ejemplo: “Los vegetales, los animales y los hombres respiran. Los vegetales, los animales y los hombres son todos los seres vivos conocidos. Luego, todos los seres vivos respiran”.
b. La deducción se relaciona con el análisis y se fundamenta en el principio de que “todo lo que es verdadero de una proposición universal, lo es también de cada una de sus partes”. Por ejemplo: “Todos los triángulos tienen tres ángulos. Esta figura tiene tres ángulos. Luego, esta figura es un triángulo”.
c. La analogía,  va de lo semejante a lo semejante,  parte del principio de que “si dos cosas son iguales a una tercera son iguales entre sí”. Por ejemplo: “Un perro me ha mordido una vez y he conservado un recuerdo doloroso. La próxima vez  que encuentre un perro, aunque sea pacífico, sentiré temor y, según sea mi carácter, huiré o me proveeré de un palo para defenderme”.

En resumen, todo juicio o raciocinio requiere de unos criterios, parámetros o leyes que le dan validez y que están fundamentados, principalmente, en los siguientes principios de la lógica formal:
a.  Principio de identidad: “Toda cosa es idéntica a sí mismo”.
b. Principio de contradicción: “Una cosa no puede ser y no ser al mismo tiempo y bajo las mismas circunstancias”.
c. Principio de razón suficiente: “Todo tiene razón de ser”.
d. Principio de causalidad: “Las mismas causas producen los mismos efectos”.

Adaptación, Libardo Velasco Escamilla.
Rector, Colegio Juan Pablo II.